DETERGENTE CASERO

LA RECETA: Los ingredientes que necesitás para la elaboración del detergente son fáciles de conseguir. Incluso, encontrarás algunos de ellos en tu propia cocina. Tomá nota: 1lt. de agua; 3 cdas. de jabón neutro rallado; 800 ml. de vinagre de vino blanco; 180 ml. de alcohol de 96º; 5 ml. de aceite esencial de limón; y por último, 15 ml. de un aceite esencial que a vos te guste para aromatizar el producto, por ejemplo de eucalipto, pino o lavanda.


ELABORACIÓN: Diluí primero el jabón en el litro de agua. Los ingredientes restantes se van mezclando conforme se introducen en el envase. Dejá estacionar el producto unas horas y ponelo en un recipiente que se pueda cerrar herméticamente (por ejemplo, un bidón). El detergente caduca a los seis meses. Es importante etiquetar el recipiente con la descripción del producto, para recordar la fórmula, y la fecha de elaboración.


APLICACIÓN: Sirve para limpiar pisos (cerámicas, parquet, laminados, tarima, etc.), la cocina, horno, heladera, muebles, el baño, revestimientos, etc. El detergente se aplica sin diluir, salvo que quieras usarlo manualmente para lavar los platos o limpiar el counter de la cocina. En ese caso, utiliza un vaso por litro de agua. Además de limpiador, es desinfectante, gracias al poder del limón, y aromatizante, gracias a las esencias.


BENEFICIOS: Los detergentes y jabones caseros te ofrecen grandes beneficios en comparación con los tradicionales. En primer lugar, son más seguros. No están hechos en base a sustancias tóxicas, formulas químicas complejas ni tienen aromatizantes o colorantes artificiales. Si tienes hijos o quieres proteger la piel de tus manos, lo valorarás aún más. Son tan eficaces como los comerciales, gracias al poder del vinagre, del limón y del alcohol. Por último, pero no menos importante, te resultará más barato y sentirás el impacto en la economía de tu hogar.


TOMAR CONCIENCIA: No podremos evitar usar algunos productos comerciales, pero sí podemos reemplazar muchos de ellos por preparados menos agresivos. Conviene que tomemos conciencia del peligro que implican estas sustancias, no sólo en nuestra salud sino en la del planeta. Está en nuestras manos contaminar cada vez menos. Por eso, te propongo unos consejos


APORTAR TU GRANITO DE ARENA: Aunque hayas preparado el detergente casero, no vayas corriendo a desechar los comerciales que seguramente ya tendrás en casa. Consúmelos y luego reemplázalos. Utilizá siempre productos biodegradables y no contaminantes. Si tu ciudad ya tiene un programa de reciclaje de basura y nunca lo has usado, considera comenzar a reciclar envases plásticos y vidrios, papeles y cartones. Si no lo tenés, algunos supermercados tienen en la entrada unos recipientes para que recicles todo tipo de materiales, desde bolsas plásticas hasta bandejas de isopor, y en algunas tiendas podés reciclar materiales nocivos como baterías o teléfonos celulares en desuso. Un pequeño cambio en tus hábitos y habrás marcado la diferencia, aportando tu granito de arena para cuidar el planeta. ¡Las generaciones futuras te lo agradecerán!