18/2/12

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Las historias reales que inspiraron clásicos de terror

(Por: Valeria Martínez, Yahoo! España).- ¿Cuantos de ustedes se niegan a ver la famosa frase "Basado en un hecho real" cuando se disponen a ver una película de terror? Imagino que les habrá ocurrido alguna vez, que prepararon el sofá, los pochoclos, la película y se encontraron con el perturbador aviso.

Si bien es cierto que el género está poblado de documentales falsos que han renovado el cine de terror ("Proyecto Blair Witch", "Actividad Paranormal" o "REC") no nos inspiran ese miedo primitivo de los grandes clásicos y nos resulta difícil de creer que lo que estamos viendo puede ser real.

Pero, lo cierto es que existen historias que han inspirado cintas de terror. Personajes y sucesos que muchos guionistas utilizaron para algunas de las películas más populares de Hollywood. Aquí les dejo algunas de las más espeluznantes que harán que lo piensen dos veces antes de volver a verlas:

- "Tiburón"
Cuando pensamos en las grandes bestias del océano, instantáneamente se nos vienen a la mente imágenes de Australia, California o Florida. Pero Steven Spielberg nos transportó a las playas de New Jersey en su clásico de 1975 gracias a la novela de Peter Benchley, quien se inspiró en los hechos
fatales ocurridos allí en 1916. En menos de doce días se encontraron cuatro personas muertas en el mar a causa del ataque de un tiburón. Ese verano, New Jersey vivió una fuerte ola de calor llevando a los habitantes a pasar más tiempo en las playas a pesar del miedo colectivo de adentrarse en el mar. Por ello, el gobierno local realizó una cacería masiva de cientos de tiburones para calmar a los veraneantes.

- "Dead Ringers" (Inseparables)
Es difícil imaginar que la historia de los dos gemelos ginecólogos que crean sádicos instrumentos para operar a sus pacientes pueda estar basada en un hecho real. Pero lo cierto es que David Cronenberg se inspiró en los doctores, hermanos y drogadictos Stewart y Cyril Marcus para su película de 1988. Jeremy Irons, que interpreta a los gemelos, opera a sus pacientes estando drogado, algo que los hermanos Marcus hicieron en los meses anteriores a su muerte.

- "El resplandor"
La claustrofobia que siente Jack Nicholson en este clásico de Stanley Kubrick puede parecer normal, y es lo que sintió Stephen King cuando escribió la novela. El autor y su esposa se hospedaron en el Hotel Stanley en Colorado con la intención de tomarse un descanso después de publicar sus dos primeras novelas. Al igual que en la película, el hotel estaba cerrado por el invierno y ambos eran los únicos huéspedes. El entorno, la habitación supuestamente embrujada (la 217) y varias pesadillas inspiraron a King a escribir su novela. Eso sí, no tuvo un brote psicótico...

- "Pesadilla"
El clásico de Wes Craven dejó atormentado a más de uno en los años 80. La historia de Freddy Krueger surgió a partir de las propias pesadillas infantiles del director sobre un asesino que ataca adolescentes en sus sueños. Para completar el argumento, Craven se inspiró en un artículo publicado por el LA Times sobre unos refugiados camboyanos que en los años 70 sufrieron pesadillas tan aterradoras que se negaban a dormir. Muchos de ellos fallecieron por un fenómeno conocido como un tipo de síndrome de muerte repentina.

- "La matanza de Texas"
El sangriento Leatherface que Tobe Hooper nos trajo en su película de 1974 estaba inspirado en Ed Gain, un asesino serial de Wisconsin. Al igual que el personaje ficticio que llevaba una máscara hecha con piel de sus víctimas, el asesino real guardaba trofeos de sus asesinatos. Gain también inspiró otras cintas del género como "Psicosis" y "El silencio de los inocentes".

- "El ente"
Martin Scorsese calificó esta película de 1982 como una de las más terroríficas de todos los tiempos. La cinta está basada en la novela de Frank De Felitta sobre una mujer acosada por un fantasma en su propia casa, que a su vez se basa en el caso real de Doris Bither. La película no revela hasta el final que está basada en un hecho real, un detalle del que fui víctima a los 12 años. La noche que vi 'El ente' no pude dormir, por no hablar de las sucesivas.


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