Se piensa que el acto de brindar se originó en el siglo IV a. C., pero se realizaba por una razón bien distinta a la actual. En la antigua Roma para asesinar a alguien era usual que se envenenaran las copas, por lo que los anfitriones como símbolo de confianza chocaban fuertemente las copas con sus invitados, lo que producía que el líquido de una copa pasara a la otra. De este modo quedaba claro que no había habido ningún tipo de envenenamiento pues los dos que hacían el brindis bebían lo mismo.
Otra teoría afirma que en la antigua Roma se decía que del vino disfrutan todos los sentidos menos el oído. Con el chocar de las copas este sentido también participaba del gozo de la bebida.
Durante muchos años, se supuso que la tostada romana era un trozo de pan especiado o azucarado, que se añadía al vino para endulzarlo. En fecha más reciente, se demostró científicamente que el carbón puede reducir la acidez de un líquido, y que un trozo de pan muy tostado añadido a un vino inferior, ligeramente avinagrado, podía conferirle una calidad más suave y agradable, cosa que los romanos pudieron haber descubierto ya por su cuenta.
En resumen, los griegos bebían a la salud de un amigo y los romanos aromatizaban su vino con un trozo de pan tostado, y con el tiempo el brindis se convirtió en los países anglosajones en el toast actual.
Otra versión dice que la costumbre de chocar las copas es heredada de los romanos, quienes bebían mucho en sus fiestas y decían que al tomar un trago había que disfrutarlo con todo... todos los sentidos disfrutaban del trago: el olfato, el tacto, la vista y por supuesto el gusto, pero el oído no disfrutaba... por tanto chocaban las copas para que éstas sonaran ¡y se disfrutara con todo!
Hay unos que dicen que la tradición de chocar las copas viene de tiempos medievales. Después de la caída del imperio romano y la invasión de los antiguos alemanes, cada pueblo tenía un rey (ver Káiser). Cuando un rey quería expandir su control a otro pueblo, casaba a su hija con el príncipe del otro reino. Después invitaba al otro rey a una fiesta y le ofrecía un vaso de vino con veneno. Bueno, para evitar este problema, cuando un rey ofrecía un vaso de vino a otro rey, este chocaba su copa con la del otro rey para que sus vinos se mezclaran. Si es que lo iban a envenenar, por lo menos el otro rey tendría que morir también.
A principios del siglo XVIII, la costumbre de ofrecer un brindis adquirió un nuevo cariz. En vez de beber a la salud de un amigo presente en el ágape, el brindis se ofrecía en honor de una celebridad, en particular de una mujer hermosa, a la que tal vez los comensales no conocían personalmente.
En el siglo siguiente, los brindis adquirieron tanta popularidad en diversos países occidentales, que no se consideraba completa una cena solemne sin que los hubiera. Un duque británico escribió en 1803 que durante la cena cada copa ha de ser dedicada a alguien, y que abstenerse de brindar se consideraba estúpido y grosero, como si ninguno de los presentes fuera digno de la bebida. Una manera de insultar directamente a un comensal era omitir el brindis en su honor, lo cual constituía, como escribió el duque, una muestra de desprecio directo.
La palabra "brindis" viene de la expresión alemana "Ich bring dir's " (yo te lo traigo). Esta palabra llegó al español por medio del italiano. En 1527 los lansquenetes alemanes de Carlos V saquearon la ciudad de Roma y celebraron su victoria alzando sus copas y gritando esa expresión.
En muchos idiomas la frase favorita que se intercambia al hacer un brindis es algo así como "A tu Salud!". Hay unos que piensan que la raíz de esta costumbre es que antiguamente se creía que el alcohol tenía espíritus los cuales concedían deseos que se pidieran sobre la copa. Generalmente se deseaban salud.
La obra International Handbook on Alcohol and Culture, editada en 1995, comenta sobre el brindis
es una práctica social que probablemente se remonta a las antiguas libaciones, sacrificios en los que se ofrecía un líquido sagrado a los dioses [...] a cambio de un deseo, elevando una súplica que se resume en las palabras "¡que sea por muchos años!" o "¡a tu salud!".
La Encyclopædia Britannica, en su edición de 1910, tomo 13, página 121 dice
La costumbre de beber "a la salud" de los vivos muy probablemente se deriva del antiguo rito religioso de brindar por los dioses y por los muertos. En las comidas, los griegos y los romanos efectuaban libaciones [derramaban vino o licores] en honor de sus dioses, y en banquetes ceremoniales brindaban por ellos y por los muertos". (...) Íntimamente relacionado con estas costumbres de beber casi sacrificiales tiene que haber estado siempre el acto de brindar por la salud de hombres vivos.
El significado de brindar es ofrecer una cosa ya sea un producto o lo que se este vendiendo a cambio de un deseo.
Se piensa que el acto de brindar se originó en el siglo IV a. C., pero se realizaba por una razón bien distinta a la actual. En la antigua Roma para asesinar a alguien era usual que se envenenaran las copas, por lo que los anfitriones como símbolo de confianza chocaban fuertemente las copas con sus invitados, lo que producía que el líquido de una copa pasara a la otra. De este modo quedaba claro que no había habido ningún tipo de envenenamiento pues los dos que hacían el brindis bebían lo mismo.
Otra teoría afirma que en la antigua Roma se decía que del vino disfrutan todos los sentidos menos el oído. Con el chocar de las copas este sentido también participaba del gozo de la bebida.
Durante muchos años, se supuso que la tostada romana era un trozo de pan especiado o azucarado, que se añadía al vino para endulzarlo. En fecha más reciente, se demostró científicamente que el carbón puede reducir la acidez de un líquido, y que un trozo de pan muy tostado añadido a un vino inferior, ligeramente avinagrado, podía conferirle una calidad más suave y agradable, cosa que los romanos pudieron haber descubierto ya por su cuenta.
En resumen, los griegos bebían a la salud de un amigo y los romanos aromatizaban su vino con un trozo de pan tostado, y con el tiempo el brindis se convirtió en los países anglosajones en el toast actual.
Otra versión dice que la costumbre de chocar las copas es heredada de los romanos, quienes bebían mucho en sus fiestas y decían que al tomar un trago había que disfrutarlo con todo... todos los sentidos disfrutaban del trago: el olfato, el tacto, la vista y por supuesto el gusto, pero el oído no disfrutaba... por tanto chocaban las copas para que éstas sonaran ¡y se disfrutara con todo!
Hay unos que dicen que la tradición de chocar las copas viene de tiempos medievales. Después de la caída del imperio romano y la invasión de los antiguos alemanes, cada pueblo tenía un rey (ver Káiser). Cuando un rey quería expandir su control a otro pueblo, casaba a su hija con el príncipe del otro reino. Después invitaba al otro rey a una fiesta y le ofrecía un vaso de vino con veneno. Bueno, para evitar este problema, cuando un rey ofrecía un vaso de vino a otro rey, este chocaba su copa con la del otro rey para que sus vinos se mezclaran. Si es que lo iban a envenenar, por lo menos el otro rey tendría que morir también.
A principios del siglo XVIII, la costumbre de ofrecer un brindis adquirió un nuevo cariz. En vez de beber a la salud de un amigo presente en el ágape, el brindis se ofrecía en honor de una celebridad, en particular de una mujer hermosa, a la que tal vez los comensales no conocían personalmente.
En el siglo siguiente, los brindis adquirieron tanta popularidad en diversos países occidentales, que no se consideraba completa una cena solemne sin que los hubiera. Un duque británico escribió en 1803 que durante la cena cada copa ha de ser dedicada a alguien, y que abstenerse de brindar se consideraba estúpido y grosero, como si ninguno de los presentes fuera digno de la bebida. Una manera de insultar directamente a un comensal era omitir el brindis en su honor, lo cual constituía, como escribió el duque, una muestra de desprecio directo.
La palabra "brindis" viene de la expresión alemana "Ich bring dir's " (yo te lo traigo). Esta palabra llegó al español por medio del italiano. En 1527 los lansquenetes alemanes de Carlos V saquearon la ciudad de Roma y celebraron su victoria alzando sus copas y gritando esa expresión.
En muchos idiomas la frase favorita que se intercambia al hacer un brindis es algo así como "A tu Salud!". Hay unos que piensan que la raíz de esta costumbre es que antiguamente se creía que el alcohol tenía espíritus los cuales concedían deseos que se pidieran sobre la copa. Generalmente se deseaban salud.
La obra International Handbook on Alcohol and Culture, editada en 1995, comenta sobre el brindis
es una práctica social que probablemente se remonta a las antiguas libaciones, sacrificios en los que se ofrecía un líquido sagrado a los dioses [...] a cambio de un deseo, elevando una súplica que se resume en las palabras "¡que sea por muchos años!" o "¡a tu salud!".
La Encyclopædia Britannica, en su edición de 1910, tomo 13, página 121 dice
La costumbre de beber "a la salud" de los vivos muy probablemente se deriva del antiguo rito religioso de brindar por los dioses y por los muertos. En las comidas, los griegos y los romanos efectuaban libaciones [derramaban vino o licores] en honor de sus dioses, y en banquetes ceremoniales brindaban por ellos y por los muertos". (...) Íntimamente relacionado con estas costumbres de beber casi sacrificiales tiene que haber estado siempre el acto de brindar por la salud de hombres vivos.
El significado de brindar es ofrecer una cosa ya sea un producto o lo que se este vendiendo a cambio de un deseo.
A principios del siglo XVIII, la costumbre de ofrecer un brindis adquirió un nuevo cariz. En vez de beber a la salud de un amigo presente en el ágape, el brindis se ofrecía en honor de una celebridad, en particular de una mujer hermosa, a la que tal vez los comensales no conocían personalmente.
En el siglo siguiente, los brindis adquirieron tanta popularidad en diversos países occidentales, que no se consideraba completa una cena solemne sin que los hubiera. Un duque británico escribió en 1803 que durante la cena cada copa ha de ser dedicada a alguien, y que abstenerse de brindar se consideraba estúpido y grosero, como si ninguno de los presentes fuera digno de la bebida. Una manera de insultar directamente a un comensal era omitir el brindis en su honor, lo cual constituía, como escribió el duque, una muestra de desprecio directo.
La palabra "brindis" viene de la expresión alemana "Ich bring dir's " (yo te lo traigo). Esta palabra llegó al español por medio del italiano. En 1527 los lansquenetes alemanes de Carlos V saquearon la ciudad de Roma y celebraron su victoria alzando sus copas y gritando esa expresión.
En muchos idiomas la frase favorita que se intercambia al hacer un brindis es algo así como "A tu Salud!". Hay unos que piensan que la raíz de esta costumbre es que antiguamente se creía que el alcohol tenía espíritus los cuales concedían deseos que se pidieran sobre la copa. Generalmente se deseaban salud.
La obra International Handbook on Alcohol and Culture, editada en 1995, comenta sobre el brindis
es una práctica social que probablemente se remonta a las antiguas libaciones, sacrificios en los que se ofrecía un líquido sagrado a los dioses [...] a cambio de un deseo, elevando una súplica que se resume en las palabras "¡que sea por muchos años!" o "¡a tu salud!".
La Encyclopædia Britannica, en su edición de 1910, tomo 13, página 121 dice
La costumbre de beber "a la salud" de los vivos muy probablemente se deriva del antiguo rito religioso de brindar por los dioses y por los muertos. En las comidas, los griegos y los romanos efectuaban libaciones [derramaban vino o licores] en honor de sus dioses, y en banquetes ceremoniales brindaban por ellos y por los muertos". (...) Íntimamente relacionado con estas costumbres de beber casi sacrificiales tiene que haber estado siempre el acto de brindar por la salud de hombres vivos.
El significado de brindar es ofrecer una cosa ya sea un producto o lo que se este vendiendo a cambio de un deseo.
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