Ingeniero Jacobacci, en la provincia argentina de Río Negro, fue una de las ciudades más afectadas por la erupción del volcán Puyehue. Las cenizas son ácidas y contienen calcio, fósforo y azufre, lo que puede dañar las plantas sobre las que se acumulan y perjudicar a los animales que se alimentan de las mismas.
Las pasturas que quedan son arruinadas por las cenizas, que también pueden producir un limado de la dentadura del ganado que busca alimentarse.
Fotos de La Patagonia
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