El columnista norteamericano Bruce Cameron escribió una serie de reglas para los novios de sus hijas.
Uno: si estacionas frente de mi casa y tocas la bocina, será mejor que vengas a entregar un paquete, porque no conseguirás otra cosa.
Dos: no tocarás a mi hija delante de mí. Puedes mirarla siempre y cuando no sea fijamente y siempre por encima de su cuello. Si no eres capaz de mantener tus ojos y tus manos alejadas de ella, sencillamente te los arrancaré.
Tres: sé que la gente de tu edad considera muy moderno llevar los pantalones tan abajo que parece que se les van a caer. Por favor, no lo consideres un insulto, pero tanto tú como el resto de tus amigos son completamente idiotas. Aun así, como deseo ser agradable y abierto de mente, te propongo el siguiente compromiso: puedes venir a mi casa mostrando la ropa interior y con pantalones 10 tallas más grande, y no me opondré. Pero para asegurarme de que tus pantalones no se bajen "accidentalmente" durante la cita con mi hija, cogeré mi martillo eléctrico y te los fijaré firmemente a la cintura.
Cuatro: se asume que para conocernos, hablaremos de deportes, política y otros temas de actualidad. Por favor, ni lo intentes. La única información que necesitas darme es la hora en que traerás a mi hija de vuelta a casa sana y salva, y la única respuesta que procede es: "Temprano".
Cinco: no tengo duda de que eres un tipo muy popular, con muchas oportunidades con otras chicas. Me parece muy bien, siempre y cuando ello le parezca bien a mi hija. Aparte de eso, desde el momento en que salgas con ella, no saldrás con ninguna otra hasta que ella decida acabar la relación. Si la haces llorar, yo te haré llorar.
Seis: estoy seguro que sabes que en el mundo de hoy el sexo sin usar un método "barrera" puede matarte. Permíteme explicártelo: hablando de sexo, yo soy la "barrera", y sí: puedo matarte.
Siete: los siguientes lugares no son apropiados para una cita con mi hija:
-Lugares donde haya camas, sofás u cualquier otra cosa más suave que un piso de madera.
-Lugares donde no haya padres, policía o monjas a la vista.
-Lugares oscuros.
-Lugares donde haya gente bailando, de la mano o alegre.
-Lugares donde la temperatura ambiente sea suficiente como para que mi hija quiera ponerse pantalón corto, trajebaño o cualquier otra cosa que no sea un jersey de cuello alto bajo una parka de pluma abrochada hasta la boca.
-Las películas con alto contenido romántico también están prohibidas. En las que aparezcan sierras eléctricas están bien.
- Los partidos de fútbol están bien.
Ocho: no me mientas. Puedo parecer viejo, calvo e idiota, pero en lo que concierne a mi hija, soy el todopoderoso y omnisapiente Dios del Universo. Si te pregunto adónde van y con quién, sólo tendrás una oportunidad para decirme la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Tengo una escopeta, una pala y cien metros de terreno detrás de casa. No juegues conmigo.
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