Panegírico
Panegírico (del latín panegyrîcus, a su vez del griego panegyrikos, πανηγυρικός) es un discurso que se pronuncia en loor o alabanza de alguien, o incluso un lugar. También, es un canto de guerra y de victoriaDesam, o los cantos y oraciones durante un ritual de sacrificio o una boda.
Las misas en ruso reciben la denominación panegida, teniendo el mismo origen.
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[editar]Etimología
La palabra griega panegyrikos esta formada de pan (todo) y gyrikos, que proviene de agyris (pueblo), o sea «todo el pueblo» y se refería a un discurso apto para toda la gente.
[editar]Origen
Panegírico fue un sobrenombre del dios Apolo pero realmente en un principio fue el nombre propio de un antiguo dios griego protector de la salud. En el teatro clásico griego se puso el nombre de panegírico para designar un canto de loanza o de triunfo al dios Apolo. En las obras griegas era típico que hubiera una coral que amenizaba la trama con cantos.
En Roma se denominaba panegírico al discurso que los cónsules romanos pronunciaban ante el emperador después de ser elegidos, dándoles las gracias y manifestándole su respeto y admiración.
Un ejemplo de panegírico en esta última acepción sería la alabanza al Imperio romano hecha por Arístides:
[editar]Características
El panegírico es un discurso intermedio, el exordio y el epílogo importan. Tiene como centro la exaltación de las virtudes y los hechos relevantes de un personaje, de un lugar, o de una situación de una efeméride o de un acontecimiento.
Para ello se utilizarán dentro de las partes del discurso:
- El exordio para justificar el acto en sí.
- La demostración para relatar cada una de esas virtudes.
- El epílogo como el final apoteósico de esa efeméride.
Es un discurso en el cual sobra toda la parte refutativa.
Un buen epílogo en el discurso panegírico debe incluir todo tipo de figuras retóricas y de figuras de estilo y todas bajo el común denominador de la amplificación del discurso y del adorno estilístico.
Todo lo que en el discurso estilístico era comedida seria, aquí debe ser absolutamente exagerado, teatralizado y con todo tipo de adornos gestuales de tono de voz exultante y todo ello para ensalzar cuanto más mejor al personaje o acontecimiento que estamos memorando.
Es un discurso típicamente literario dado que todo tipo de juegos de palabras, expresiones poéticas, comparaciones brillantes, musicalidad en la expresión… todo eso acompaña perfectamente este tipo de discurso.
Solamente hay una excepción que es la del oratio finus, cuando el homenaje es a una persona fallecida. Todo lo dicho vale pero siempre dentro de una contención verbal y gestual. Cuando el homenaje es a una persona la demostratio debe tratar como temas importantes: su infancia, su educación y luego los hitos importantes de su vida tanto profesional como personal o judicial. Debe alabarse las virtudes de la persona. Cuando es un lugar debe siempre hacer un recorrido histórico de ese lugar, segundo alabar sus gentes y finalmente los elementos actuales.
Si es una efeméride se debe hacer un discurso histórico de por qué es importante, por qué es importante para nosotros hoy y en tercer lugar destacar de cara al futuro por qué se habrá de seguir recordando esa efeméride.
En este discurso el orador debe quedar siempre en un segundo plano, salvo que haya sido parte del tema, cuando lo utilizará como memoria personal para ensalzar el tema.
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